[vc_row][vc_column][wbc_heading tag=”h4″ align=”left” md_font_size=”15″ sm_font_size=”15″ xs_font_size=”15″ title=”La matemática es vista a veces como algo lejano y difícil de entender. Además, se la acusa de no tener nada que ver con la realidad. Sin embargo, muchos matemáticos probaron que es fundamental para el entendimiento del universo. Y esto no está alejado de nuestra realidad como cristianos. Con la única diferencia que la matemática De Dios, es muy diferente a la que Pitágoras, Newton o Descartés plantearon en sus teoremas y leyes .
En la matemática de Dios, la resta se convierte en suma y la división multiplica las cosas.
¿Cómo podemos convertirnos en cristianos que aplican las leyes de las matemáticas divinas?
“Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría».”
2 Corintios 9:7 NTV
Ya sabemos que Dios nos ama, pero el muestra un amor aún más especial a aquellos que han decidido obedecer en su dar.
Este sería el primer paso para convertirnos en cristianos generosos; amar a Dios, sabiendo que Él nos amó primero.
“Es imposible apartar la generosidad de nuestro amor a Dios y su pueblo. Pero con tanto amor la generosidad no solo es posible, sino inevitable “ John MacArthur
Al amar a Dios, debemos tomar en cuenta, que no podemos amar a alguien que no conocemos , es por eso, que el estudio de la Palabra nos lleva a un segundo paso a convertirnos en personas generosas.
Solo alguien que la Palabra ha hecho una marca en su vida, entiende el principio de la siembra y de la cosecha, desde la perspectiva del carácter de el Padre. Jamás desarrollaremos un corazón generoso, si no estamos entendiendo a la luz de las escrituras, que el mismo cielo, y el Reino De Dios , dio la mayor muestra de generosidad activa, al bajar Cristo a la tierra, despojarse de su trono y morir en una cruz por nuestros pecados, dándonos así TODO juntamente con Él. Cristo vino generosa y sacrificialmente a darnos el Reino, al morir en el calvario.
Al llegar profundamente a conocer las escrituras, entendemos 2 de Corintios a plenitud. No solo damos para recibir como dice Hechos 22:35“Hay más bendición en dar que en recibir”.
Damos para recibir y poder dar más .
“Pues es Dios quien provee la semilla al agricultor y luego el pan para comer. De la misma manera, él proveerá y aumentará los recursos de ustedes y luego producirá una gran cosecha de generosidad en ustedes. Efectivamente, serán enriquecidos en todo sentido para que siempre puedan ser generosos; y cuando llevemos sus ofrendas a los que las necesitan, ellos darán gracias a Dios. Entonces dos cosas buenas resultarán del ministerio de dar: se satisfarán las necesidades de los creyentes de Jerusalén y ellos expresarán con alegría su agradecimiento a Dios.”
2 Corintios 9:10-12 NTV
Nuestro dar está ligado al amor a Dios y a su corazón. Al dar buscamos agradar a Dios, expandiendo el Reino con todos los recursos que están a nuestro alcance, llámese dinero, tiempo, dones ,talentos, etc.
Como un paso más en nuestro camino a llegar a ser generoso , es entender que la generosidad es un músculo que se fortalece con la práctica. Entre más ejercitamos el “músculo de la generosidad “ más grande será nuestra intencionalidad para dar a Dios y los demás. Debemos de empezar a dar desde el punto donde estamos exactamente hoy, no esperar a tener “más”, porque si no ejercitamos dar de lo poco o mucho que tengamos, no tendremos la “fuerza” suficiente en nuestro “músculo de generosidad “ , para cuando lleguemos a tener más (si es que esto sucede).
Dar y dar más es la única manera de tener y tener más. (Dale Carnegie)
PUNTO DE ACCIÓN:
Pídele al Espíritu Santo hoy, que te muestre, donde puedes ejercitar tu “músculo de la generosidad “, ten por seguro, que si le preguntas donde sembrar, Él te dirá que hacer, solo asegúrate de obedecerle.
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