[vc_row][vc_column][wbc_heading tag=”h4″ align=”left” md_font_size=”15″ sm_font_size=”15″ xs_font_size=”15″ title=”Me encontraba en una reunión con jóvenes misioneros de nuestra iglesia local, una de las personas encargadas ese dia de compartir un pequeño mensaje estaba muy entusiasmada por dicho momento, se acercó y me abrazó y me dijo; que rico perfume. cual es? conteste, y dijo; no lo conozco. mi mente inmediatamente dijo; gringa no sabes que perfume es este? y sos americana! en ese mismo instante; el espíritu santo me dijo; Bueno, tienes dos más en tu casa, porque no le das uno? y dije; claro que no es la voz de Dios!
esta fue la manera en la que aprendí a dar a los demás, en mi vida había practicado el hecho de dar generosamente, quizás lo hice en la ‘calle’ en varias ocasiones pero, lejos de dar generosamente era tener lastima que no tiene nada que ver con la compasión. por la compasión es activa, siempre vamos directamente donde hay necesidad. actuamos! hacemos que las cosas sucedan.
Comprendí que, cuando nosotros damos es una manera de hacer sacrificio, notese que estaba dando algo, que en primer lugar No quería! porque era mío! y si, un poco caro, entonces para mi si vendría a ser un sacrificio.
Una vez que decidí a dar el paso de obediencia; la americana a quien se lo regale me dijo; pero, porque haces eso? mira, la única cosa que estoy haciendo es obedeciendo a Dios. ese paso de obediencia en dar lo que más me costaba, me llevó a encontrarme a dar a otros de muchas maneras diferentes.
Entendí más de cerca el hecho del sacrificio que Jesús hizo en una cruz, quizás consideras, momento! no compares un perfume con la cruz, permíteme y tengo perspectiva, en ese momento de mi vida, comenzaba una vida en Dios después de muchos años fuera, y lo que menos entendía era el significado de dar, entonces mi vida estaba rodeada y cimentada en pertenencias materiales aquellas donde yo había encontrado “seguridad” el dar eso, me estaba despojado de aquello “tangible” pero nada seguro! para encontrar el verdadero valor de dar.
seis años más tarde, me encontré no solo despojandome de un perfume, sino de mis sueños para vivir el sueño de Dios, quizás se lee lindo, pero nunca olvidaré estas palabras que mi pastor me dijo; cuando buscamos hacer el sueño de Dios, creemos que es nuestro sueño o las cosas materiales que queremos, y es allí lo difícil, el sueño de Dios viene a ser algo completamente diferente y en muchas de las ocasiones, siempre va a ser algo sacrificial pero, un dia que lo entendemos ese sueño se convierte en algo tan nuestro que no estamos dispuestos a dejarlo ir. Y si, mi dia a dia no es dar un perfume a cada persona que me encuentro, sino dar mi tiempo, mis oídos, mis manos,mi amor, mi abrazo y pasión al más necesitado, el desprenderme de algo material apegado a mi manera de ver la vida, me enseño que el dar a otros es el complemento inexplicable del gozo cumplido en el corazón, llevar esperanza donde no la hay es uno de los mejores obsequios que puedo dar y es así como se cumple es mejor dar que recibir, y es que muy probable hoy no me encuentro en la posición de comprar un perfume caro y regalarlos, pero hoy estoy dando mi vida, que definitivamente es más que ese perfume. por eso nunca cambiaria lo que hoy hago para poder comprarme la esencia más cara que se pueda producir en el mundo. trabajar con jóvenes y niños de casas hogares es la mejor fragancia al corazón que he podido recibir en estos últimos seis años .
y es allí, cuando encuentres la verdadera felicidad del dar, nunca se trata de tu sueño o en de ti mismo, sino, se trata de dar a los demás, y dar la vida por alguien más, eso lo dejo Jesús más que claro en una cruz, nunca fue acerca de él, o su sufrimiento sino la libertad y Gracia que nosotros recibimos por eso sacrificio en la cruz.
Qué es eso sacrificial que estás haciendo hoy, pero que te trae felicidad en tu vida? quizás no tengas que hacer algún sacrificio sino sólo la obediencia de dar, y es así como recibirás el gozo que complementa cuando ponemos a otros sobre nuestra necesidad para mostrar el amor de Dios.
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