Juan 3:3 (NVI)
“Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios.”
Jesús enfatiza la importancia de nacer de nuevo para ver el reino de Dios. No se trata solo de palabras, sino de una transformación espiritual. La clave aquí es clara: no puedes ver el reino de Dios si no naces de nuevo. Esto significa que nadie puede entrar sin una relación genuina con Jesús.
Manteniendo la pasión por Jesús
Es común que las circunstancias, las emociones o incluso la rutina puedan afectar nuestra relación con Jesús. Pero nuestra pasión por Él se fortalece con nuestras acciones diarias. Cada día tenemos la opción de elegir al Hijo.
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Cuando dejamos de hacer las cosas que nos acercan a Jesús, corremos el riesgo de alejarnos de Él y perder nuestra conexión.
1. No te pierdas, el camino ya fue creado
Juan 14:4-6 (NVI)
“Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. Y ustedes conocen el camino que lleva adonde voy. Tomás dijo: ‘No, Señor, no lo conocemos. No tenemos ni idea de adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?’ Jesús le contestó: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.’”
Jesús vino a restaurar un camino roto. Sin Él, no hay otra forma de llegar al cielo.
Ilustración
La historia del submarino que bajó al Titanic ilustra cuán frágil es la vida. Los tripulantes dependían de alguien externo para abrir las cerraduras y salvarlos. De manera similar, nosotros dependemos de Jesús para abrir el camino hacia la vida eterna.
Nadie sabe cuándo se acabará su tiempo. Si el edificio estuviera en llamas, ¿te negarías a salir porque solo hay una salida? No importa cuánto discutamos, solo hay un camino: Jesús.
Hechos 4:12 (NVI)
“¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos.”
2. No compliques lo que Jesús hizo sencillo
Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.” Sin embargo, muchas veces intentamos agregar pasos innecesarios.
Ilustración
La compañía Betty Crocker casi quiebra porque sus instrucciones de “solo agrega agua” parecían demasiado fáciles. Cuando agregaron pasos adicionales como aceite y huevos, las ventas aumentaron.
De manera similar, Jesús ya pagó el precio completo por nosotros. No tenemos que agregar nada más; solo debemos aceptarlo.
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La pasión y nuestras acciones
La salvación viene por creer en Jesús, pero nuestras acciones nos guían hacia una vida cercana a Él. Si decidimos vivir como nos enseña Su Palabra, nuestro corazón se apasionará por las cosas de Dios. Pero si vivimos en desobediencia, eventualmente perderemos esa pasión.
Reflexión final
La vida es frágil, pero Jesús ya nos mostró la salida. Hoy, vivimos en un tiempo de gracia. Cada día, nuestras decisiones nos acercan o nos alejan de Él.
Escoge a Jesús. Vive una vida que refleje Su amor y Su verdad.