Pastor Pablo Elvir
La semana pasada estuvimos leyendo en Efesios 5, donde el Apóstol Pablo nos da instrucciones claras para que las relaciones funcionen de acuerdo al diseño de Dios. Para lograrlo, es esencial comprender cuán diferentes somos los hombres y las mujeres.
Hoy quiero hablar del HOMBRE, de cómo es el hombre en Dios.
- Quiero hablar a los hombres, porque necesitamos ser quien Dios quiere que seamos.
- Quiero hablar a los jóvenes, porque deben aprender que su identidad está en Cristo.
- Quiero hablar a las mujeres, porque es crucial que comprendan qué significa ser un hombre según el llamado de Dios.
Actualmente, existe una guerra contra la masculinidad, contra el mismo concepto de lo que significa ser hombre.
Un mensaje rápido para las mujeres
Todos hemos escuchado la frase “masculinidad tóxica”. Inicialmente, esto surgió por problemas reales como el abuso sexual, emocional y verbal por parte de algunos hombres. Venimos de una cultura machista que ha causado heridas.
Sin embargo, el peligro está en que el mundo ha llevado esto al extremo, etiquetando cualquier expresión de masculinidad como tóxica. La lucha entre hombres y mujeres no es nueva, como lo vemos en Génesis 3:16 y Efesios 5, donde se aborda la lucha natural de la mujer por querer controlar y del hombre por gobernar.
3 características interdependientes de un hombre conforme a Dios
- ES FUERTE
- La fuerza no es maligna; Dios creó al hombre fuerte en espíritu, alma y cuerpo.
- La cultura ha intentado destruir la imagen del padre y del hombre.
- En los últimos 30 años, el 80% de los shows de televisión presentan al hombre como inepto, incompetente o ausente.
- Es vital que celebremos la masculinidad y el rol del hombre en la familia y la sociedad.
- ES SALUDABLE
- Un hombre fuerte pero no saludable es peligroso.
- Un hombre que lidera desde un lugar de heridas y orgullo hace daño, aunque no sea su intención.
- Debemos hacer un inventario de nuestra salud física, emocional y espiritual.
- Un hombre saludable:
- Establece límites
- Procura la madurez
- Toma responsabilidad
- Ejercita la templanza
- ESTÁ RENDIDO A DIOS
- Sin esta característica, las otras dos pueden volverse tóxicas.
- Ejemplo de Saúl: era espiritual pero no sanó sus inseguridades y terminó desobedeciendo a Dios.
- La verdadera transformación ocurre cuando rendimos nuestra vida a Cristo.
Conclusión
Dios llama a los hombres a ser líderes piadosos en sus hogares. Efesios 5:21-33 nos enseña que mientras las mujeres deben someterse a sus esposos, los hombres deben amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia.
La clave es que Jesús siempre estuvo sometido al Padre primero. No se trata de una competencia entre hombres y mujeres, sino de tener hogares con hombres de Dios, esposos de Dios y padres conforme al corazón de Dios.