Pastor Pablo Elvir y Pastora Kimberly Elvir
Introducción
Dios diseñó el matrimonio para que un hombre y una mujer, aunque creados muy diferentes, sean ayuda idónea el uno para el otro. Como dijo mi esposa:
La palabra “ayuda” (“ézer” en hebreo) no significa “la que hace sándwiches”. No es una esclava ni la única que cuida a los niños, sino una aliada y guerrera al lado de su esposo.
Estoy convencido de que el factor más determinante en el éxito de un matrimonio es: dedicarle tiempo y trabajo.
Las estadísticas muestran que, aunque los divorcios han aumentado, más del 70% de los matrimonios en problemas que buscan ayuda y trabajan en su relación logran mejorar y sobrevivir.
Para lograr esto, debemos:
- Detener el daño.
- Sanar las heridas.
Efesios 5:21-33 (NVI) dice:
“Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo.”
CÓMO DETENER EL DAÑO
1. TRAER ORDEN DIVINO
Es imposible mejorar si seguimos haciendo lo que nos ha dañado. Debemos cambiar nuestra mentalidad y desechar ideas erróneas sobre el matrimonio:
Ideas falsas y verdades
Idea falsa: “Si me caso con la persona correcta, no tendremos problemas ni discusiones.”
Verdad: El matrimonio requiere trabajo y organización diaria.
Idea falsa: “Si mis emociones cambian hacia mi cónyuge, significa que me casé con la persona equivocada.”
Verdad: Las emociones cambian, pero el amor es una decisión y un compromiso, no una emoción pasajera.
Idea falsa: “Cuando ya no me siento enamorado, no hay forma de recuperar el amor.”
Verdad: El amor puede regresar si:
- Recuerdas el valor de tu pareja. No olvides lo mucho que oraste y esperaste por ella.
- Pides perdón. La dureza del corazón impide el crecimiento del amor.
- Haces lo que hacías al principio. Como dice Apocalipsis 2:4-5:
“Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio.”
2. ESTABLECER LÍMITES
Para evitar daño en el matrimonio, debemos establecer límites saludables en diferentes áreas:
1. Establecer buena comunicación
- Cuidar el tono y las palabras.
- Evitar la crítica y la culpa.
- No llevar un registro de errores pasados (1 Corintios 13, Efesios 4:26).
- Abandonar la mentalidad de “tengo que ganar”; el matrimonio no es una competencia.
2. Establecer límites de fidelidad
- Con el matrimonio, nuestras amistades externas cambian.
- No compartir intimidades con personas del sexo opuesto.
- Ser cuidadosos con los chats y redes sociales.
3. Nunca asumir o acusar, sino preguntar
- Crear un ambiente donde el cónyuge se sienta seguro para hablar.
- La forma en que reaccionamos define si nuestra pareja se acercará a nosotros en momentos difíciles.
4. No guardar secretos
- Los problemas y debilidades deben enfrentarse juntos.
- La transparencia fortalece la confianza.
5. Definir límites en las finanzas
- La presión financiera es una de las mayores causas de divorcio.
- Administrar bien los recursos como si el matrimonio fuera una empresa.
- Tomar cursos de administración financiera si es necesario.
6. Dar cuentas el uno al otro
- Recuperar la confianza si se han cruzado líneas de abuso, violencia o infidelidad requiere trabajo arduo.
Reflexión final
1 Corintios 13:4-5 (NTV):
“El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas.”
El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia. (1 Corintios 13:7 NTV)